En Barcelona existen muchas obras arquitectónicas de un inmenso valor cultural, histórico y turístico, pues lo uno lleva inevitablemente a lo otro; es así que la Casa Milà de Antonio Gaudí viene a ser una de esas obra con gran valor para su ciudad.
Son muchas las obras que ha creado Antonio Gaudí, pudiendo asegurarse de que ninguna de ellas se queda atrás y que todas tiene un toque distinto que las hace especiales. En el caso de la Casa Milà, esta presenta una fachada única, misma que por encontrarse en una ubicación esquinera, cada lado de su fachada se une de una manera especial, casi sin formar un ángulo de 90 grados en ningún punto.
Este es justamente lo que le hace diferente de todas las edificaciones que pueden haber en la ciudad, ya que ésta Casa Milà tiene perfiles ondulados, mismos que se unen de manera adecuada sin tener que apoyarse en esquinas como lo tendría que hacer una edificación esquinera. Y es que el estilo de Antonio Gaudí es ese, utilizar siempre estilo de líneas curvas, no rectas.
A la Casa Milà se la conoce también como la Pedrera, nombre que es catalán y que quiere decir “cantera”, pues esto a manera de críticas es lo que solían decir muchos diseñadores de la época, debido a que las obras de diseño de Gaudí salían de lo común, lo que finalmente le dió un gran nombre y fama a su autor y creador.