Si disfrutas de unas vacaciones en Salvador de Bahía, una buena excursión puede ser visitar Belém, que es la capital del estado brasileño de Pará. Se calcula su población en un millón 500 mil habitantes, lo que la hace la segunda ciudad más poblada del estado. Es la “puerta” de acceso al norte del Brasil y el principal punto de entrada para la Amazonía, ya que se encuentra en la desembocadura del río Amazonas.
Esta ciudad se encuentra entre las 10 ciudades más grandes e influyentes de Brasil. Fue fundada en 1616 con la construcción del Forte do Presepio, hoy Forte Castelo. Su fundación tuvo lugar en manos de los portugueses, quienes la tomaron como un sitio estratégico desde el que podrían controlar la navegación en la región y evitar ataques de invasores extranjeros.
Durante este periodo junto con la recolección de las llamadas Drogas do sertão, la economía se basó en la agricultura de subsistencia y en la actividad ganadera y pesquera practicada principalmente por pequeños productores de las islas de Marajó y Vigía.
Es un lugar fascinante que los turistas pueden recorrer sin descanso. La gran cantidad de lugares para visitar permite una desconexión absoluta de la bulliciosa cotidianidad, además que de que es una opción diferente para conocer con la alegría típica de esta zona del mundo.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX, Belém alcanza gran importancia comercial debido al crecimiento de la producción del caucho, extraído del Hevea brasilensis, en un proceso que se denominó la Fiebre del caucho. De esta época datan los más emblemáticos edificios de la ciudad, como son el Palácio Lauro Sodré, el Colégio Gentil Bittencourt, el Teatro da Paz (1878), el Palácio Antônio Lemos y el Mercado do Ver-o-Peso (1901).
El clima de Belém es ecuatorial, cálido y húmedo por influencia directa de la selva amazónica donde las lluvias son constantes. De julio a noviembre se alcanzan las temperaturas más altas pudiendo llegar a los 41 grados centígrados.