También mundialmente conocida como la ciudad del futuro, sin dudas la capital de Brasil, lo es, pues deja boquiabierta al visitante, por tan maravillosa arquitectura, pues desde su catedral, pasando por el edificio del Tribunal Supremo no puede dejar de ser visitado, pues la belleza de sus diseños son dignas obras de arte posmodernas.
Para comenzar el recorrido puedes ir a visitar la Catedral de Brasilia Una magnifica obra del gran Niemeyer, basada en la idea de la revolución, y cuyo techo completamente de vidrio da toda la sensación que la misma se entrega al cielo con dos manos representadas en sus picos, que moviéndose hacia arriba el cielo es su límite.
También debe visitar el famoso Palácio do Planalto, que significa “Palacio de la Meseta”, es la casa de gobierno, allí, podrán descubrir el modo poco aburrido en el que trabaja a diario el Presidente de Brasil. Está ubicado en la Plaza de los Tres Poderes de la capital y su lujo es digno de cualquier país del primer mundo
Si quedasteis sorprendido con el lugar expectacular donde trabaja el presidente de Brasil, entonces, no dudes en visitar el lugar de su residencia, digna de un rey de la posmodernidad, El Palácio da Alvorada, es decir, “Palacio del Amanecer” es la residencia oficial del Presidente de Brasil y aunque fue inaugurada en 1958, su diseño es digna del 2100, una verdadera caja de cristal sobre delgadas columnas, que dejan perplejo al espectador
Como Brasilia es una capital Federal los edificios mas importantes, como vimos hasta ahora, tienen que ver con los poderes del estado, pues ahora es el turno del Tribunal Superior Federal, dentro de lo edilicio, es quizás el menos atractivo, aunque basta con investigar solo un poco, y sabrán que es sin dudas el mas poderoso, pues sus ministros pueden desde derogar leyes hasta frenar decretos con sus fallos.
Y para terminar nuestro city tour por esta maravillosa ciudad no podemos dejar de visitar el Puente Juscelino Kubitschek, también conocido como el Puente JK o Puente Presidente JK, cruza el Lago Paranoá, recibe su nombre en homenaje a un ex presidente. Su costo es estimado en USD$56,8 millones, y rápidamente se convirtió en otro de los íconos arquitectónicos de Brasilia.
Esta magnifica obra de arte, creación del arquitecto, Alexandre Chan. El diseño estructural de este puente es único en el mundo y arquitectónicamente sólo es comparable al puente peatonal del Acuario Público del Puerto de Nagoya, en Japón, maravilloso e imponente-