Ubicado en la ciudad de Salvador, el barrio Pelourinho, se encuentra en el centro histórico, que se caracteriza por la excelente conservación de su arquitectura colonial, con alto contenido barroco y portugués. Un lugar por el que pasear si decides pasar unas vacaciones en Salvador de Bahía.
Precisamente, por estos detalles, la Unesco lo incluyó dentro de los lugares que hacen parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad.
La historia del barrio está estrechamente atada a la historia de la propia ciudad, fundada en 1549 por Tomé de Sousa, primer gobernador general de Brasil (cuando Juan III de Portugal era el monarca reinante), escogió el lugar donde se localiza el Pelourinho por su ubicación estratégica, pues se encontraba en la parte alta para facilitar la defensa de la ciudad. Un lugar ubicado cerca del puerto y de la región comercial y con una barrera natural constituida por una elevación abrupta del terreno, verdadera muralla de hasta 90 metros de altura por 15 kilómetros de extensión.
Era un barrio eminentemente residencial, donde se concentraban las mejores casas, hasta principios del siglo XX. A partir de la década de 1960, Pelourinho sufrió un fuerte proceso de degradación causada por la modernización de la ciudad y la transferencia de actividades económicas a otras regiones de la capital bahiana, lo que transformó la zona del centro histórico en un antro de prostitución y marginalidad.
En la década de 1980 (con el reconocimiento del lugar como patrimonio de la humanidad por la Unesco) y en la década de 1990 (con la revitalización de la región del centro histórico, a partir de la expropiación de viviendas por parte del Estado y la puesta en valor de fachadas y edificios), Pelourinho se transformó en lo que es hoy: un importante polo cultural de la ciudad de Salvador.
Un referente turístico que no puede dejarse de visitar cuando se llegue a Brasil. Es un lugar que narra las historias de la colonización por sí solo. Su arquitectura es una verdadera historia en fachadas.