Así es como se lo llegó a conocer y como quedó posicionado, pero en realidad éste templo al inicio fué dedicado para consagrar al dios Jenti-Amentiu, etapa que terminó en la Dinastía XII, época en la cual ya se lo dedicó al dios Osiris.
Éste templo se encuentra ubicado en la zona de Kom el-Sultan y está practicamente acompañado tanto del templo de Seti I como del templo de Ramsés II; en cuanto a su antiguedad el templo data en los registros desde la Dinastía I, lo cual se estima de acuerdo a diversos yacimientos y restos encontrados en el lugar y que identifican a dicha época. Por largo tiempo el templo de Osiris funcionó como una deidad funeraria, pero esto solo hasta la época Grecorromana.
Muchos reyes dejaron su presencia marcada en éste templo, mismos que pertenecieron al Imperio Medio como al Nuevo, pudiendo mencionar a Amenhotep I, Amenhopet III y Tutmosis III, éste último hijo ilegítimo de Tutmosis I, quien tuvo que gobernar a lado de la Reina Hapshepsut incluso hasta despues de la muerte de la reina.
En el templo es donde se realizaba una peregrinación de adoración para el dios Osiris, la cual terminaba en la tumba dedicada al dicho dios con la entrega de determinadas ofrendas como parte del ritual.
Hoy en día solo quedan los portales como elementos de testimonio, ya que estos fueron construidos de piedra, no así el resto que era solo de adobe y por tanto se encuentran pocos restos del templo.