Tres plantas son las que conforman el Museo de Arte Moderno de El Cairo. Este edificio que puede ubicarse en el complejo cultural Opera House, y agrupa una enorme colección de obras de principios del siglo XX es una excelente pausa para una recorrido agitado en la capital egipcia.
Desde el decenio de 1950 los artistas egipcios han evolucionado en tres direcciones principales: la interpretación de estilos académicos derivados de una inspiración neoclásica y egipcia, la adhesión a las tendencias de arte modernas como post-impresionismo, cubismo, surrealismo y expresionismo y la estética del arte popular, del folclore.
Esa evolución es la que se puede encontrar en el Museo que distribuye en sus tres plantas las diferentes obras y cada una de las manifestaciones artísticas.
La planta baja tiene obras de los más conocidos artistas egipcios, entre otros están representados: Mohamed Owais, con su obra Retrato de un parado, realizada en 1989 cuando el paro era uno de los mayores problemas del país; Mohamed Sabry, con su representación de la Puerta Bab Zuweila; Gazebya Serry, con Bastet, un retrato abstracto de la diosa; Ingy Aflaton, con Maternidad; Zakana El Zieny, con Hunber, la imagen de un hambriento asomado a una lata de comida y otros muchos.
En el museo se observa que el tema más tratado por los artistas locales es la representación de la vida cotidiana.
Una abstracción de lo que es el arte egipcio y su manifestación a través de la pintura y escultura.