El templo de Karnak fue uno de los más importantes centros de adoración religiosa de Egipto, en el cual principalmente se adoraba al Dios Amón, aunque existían otros a los que les rendían culto por igual, teniendo así dicho templo una sala de adoración para cada Dios, es así que estos Dioses eran Amón, Montu, Mut, Jonsu, Opet y Ptah, con lo que cada uno tenía su templo de adoración.
La infraestructura del Templo de Karnak era algo realmente grande, ya que en ella se podían encontrar un lago sagrado así como numerosas capillas de menor tamaño; además era característico poder mirar estancias y determinados almacenes incrustados en los muros del templo.
La entrada al templo se la realiza por entre grandes pilonos, a lo que seguidamente se puede notar un corredor lleno de esfinges, mismas que tienen la particularidad de tener una cabeza de carnero, lo que simboliza al Dios Amon de los egipcios.
Una vez entrado a las diferentes estancias del templo es que podemos entrar a la sala hipóstila, misma que está compuesta por un gran número de columnas, en las cuales si guardamos cuidado en analizarlas bien de cerca, podremos notar que estas columnas tienen determinadas inscripciones así como restos de pintura, la que se utilizó en el momento de su creación.
Si has llegado hasta aquí, vale la pena ir al centro del templo, donde se podrá observar al santuario, con lo que prácticamente estás iniciando tu recorrido y que, bajo las indicaciones de tu guía de turistas, podrás seguir disfrutando de todas las bondades del templo.
