Construida en homenaje a los que murieron durante la guerra franco-prusiana, la Basílica de Sacré Coeur, que se encuentra en la colina de Montmartre (París), es una maravilla arquitectónica que debe ser visitada por los que llegan a Francia con la intención de recorrer sus encantos y con ganas de pasar unas vacaciones París.
La construcción de edificio se realizó 1875 y 1919. Su estructura y la precisión en su arquitectura la hace uno de los puntos más visitados en la capital francesa.
Esta basílica, al Sagrado Corazón (en español) tiene 80 metros de altura. Cuatro enormes domos expresan la belleza del estilo romano y bizantino con que fue diseñada. Una característica peculiar de la basílica de Sacré Coeur es que en su interior aloja una campana llamada Saboyarde que tiene 3 metros de diámetro y pesa 26 toneladas.
Los viajeros que aman los recorridos religiosos, pues, además de la arquitectura, el edificio encierra una mística especial que permite disfrutar de unos momentos de pasividad al ingresar en ella.
Para la construcción de este monumento se usaron recursos de una circunscripción especial. Es un monumento muy controvertido, pero no le resta mérito para ser uno de los más visitados en Francia. Tiene forma de cruz griega, el domo central, de 80 metros de altura, está tocado por una linterna, formada por una columnata. En el ábside, una inmensa torre cuadrada hace las veces de campanario que guarda la Savoyarde. La cripta posee la misma disposición que la iglesia y es una de las curiosidades de la basílica.
La arquitectura de la basílica influyó en otros edificios religiosos del siglo XX, como la basílica de Sainte-Thérèse de Lisieux. Para poderla visitar, es posible llegar hasta donde está la basílica tomando el funicular de Montmartre.
