Las almas inmortales tiene un lugar muy especial en el cementerio Père-Lachaise, un lugar lleno de escultura, mausoleos epitafios poéticos, capillas que suman un total de 69.000 monumentos funerarios, que goza de una particularidad única, pues se encuentra en mitad de una protegida vegetación. El lugar tiene 43 hectáreas y es uno de los atractivos turísticos que hay que visitar durante las vacaciones en París.
El cementerio está ubicado al este de París,y es un lugar especial en el que se podrán encontrar, entre otros, las tumbas de Héloïse y Abélard, Yves Montand, Simone Signoret o Edith Piaf. Un lugar mítico reservado a la memoria de mortales con almas inmortales, cuyo recuerdo hechiza a los vivos, que acuden como si de peregrinos se tratara. Cada año, dos millones de visitantes pasean por las alamedas del mayor jardín parisiense.
Luego de su apertura, que se dio en 1804, el cementerio del Père-Lachaise ha sido ampliado en cinco ocasiones: en 1824, 1829, 1832, 1842 y 1850. Esto le ha permitido pasar de 17 hectáreas y 58 áreas a 43 hectáreas y 93 áreas, que contienen 70.000 tumbas, 5.300 árboles, centenares de gatos orondos y miles de pájaros que anidan en sus ramas. El cementerio recibe unas dos millones de visitas al año.
Además de las tumbas y los detalles que se encuentran en las mismas, en el cementerio se pueden encontrar varios monumentos, entre ellos pueden destacarse monumento financiado por la Liga húngara de los Derechos Humanos en 1988, erigido en el 30 aniversario de su ejecución, uno dedicado a James Douglas Morrison Clarke (Jim Morrison), a Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde (Oscar Wilde) y Frederic Chopin.