La gastronomía, la pintura, la escultura, la arquitectura, la literatura… muchos son los puntos de interés con los que cuenta Francia. El deporte, es otro de ellos, y muchas veces camino a través del cual los más peques de la casa se adentran en la idiosincrasia francesa para posteriormente acabar enganchándose al resto de ofertas culturales que ofrece el país con más premios Nobel de Literatura del mundo.
Francia se sitúa a la cabeza de toda Europa en lo que a deportes individuales, como el Judo, Kárate o Savate, se refiere. Pero además, destaca por sus competiciones como el Tour de Francia, la competición ciclista más importante del calendario profesional, o el torneo Roland Garros de tenis, que se celebra en París. Si de deportes en equipo hablamos, se puede reseñar el balonmano, el rugby o el baloncesto francés, con importante logros a sus espaldas. Sin embargo, hay que destacar el peso y la tradición del fútbol, dónde Francia cuenta con una de las selecciones más importantes de todo el mundo. En la liga nacional destacan equipos como el Olympique de Lyon o el de Marsella.
Teniendo esto como hoja de ruta, y sabiendo que Francia puede encantar a padres y mayores, pero cansar a niños, Nacel, el programa de intercambios que brinda la oportunidad de que los niños disfruten de distintas culturas y aprendan otros puntos de vista y formas de vida, lanza su oferta lúdico-educativa a través de campamentos en Francia programados para los meses de verano. Sin duda, una buena alternativa para que los niños disfruten de los secretos del país a través de actividades deportivas, aprendan su idioma y a la vez conozcan a más niños de su edad.
