La torre EiffelEstá claro que una visita a París sin pasar por la Torre Eiffel quedaría incompleta. Considerada por algunos como la 8ª maravilla del mundo, tanto si se visita por primera vez, como si ya se ha visitado en anteriores ocasiones, una ascensión de 276 metros, a lo más alto que se permite al público (su altura total es de 324 m.), siempre impresiona y nos ofrece algo nuevo, algo distinto.
Siempre que realizamos un viaje, hay algo del lugar donde vamos a ir que debe ser visitado sin excusa que valga. En París, este lugar se llama la Torre Eiffel.
Todo comenzó en 1884, cuando París estaba preparándose para celebrar el Centenario de la Revolución Francesa. Entre más de 700 proyectos presentados, el de un ingeniero llamado Gustav Eiffel, consistía en levantar una inmensa estructura de hierro, en forma de torre, que iba a ser vista desde varios kilómetros de distancia. Aunque en estos momentos nos pueda parecer imposible, el proyecto no gustó a los parisinos y se levantaron fuertes protestas, aunque finalmente, tras tres años de obras y polémicas, termiaría inaugurándose el 31 de agosto de 1889.
Iluminación especial con la bandera de la U.E.Pese a la espectacularidad de la obra, los parisinos la seguían viendo como un enorme amasijo de hierros, así que se fijo como fecha tope para su demolición el año 1900, una vez finalizase la Exposición Universal que iba a celebrarse ese año en la capital francesa. Durante esos años, fue ganando admiradores, pero no los suficientes, así que al llegar al 1900 todo parecía indicar que sería el final del edificio. Pero llegó la armada y con ella la salvación y la amnistía, ya que tras unas pruebas realizadas con equipos de transmisiones, el ejército llegó a la conclusión de que la torre era un lugar priviliegiado para la instalación de antenas y equipos de radio.
Lo mejor de la Torre Eiffel es subirla. Para ello tenemos dos alternativas, una de ellas es subir a pie, como máximo hasta el segundo piso que “solamente” se encuentra a 115 metros de altura,
aunque lo más probable es que al llegar al primero ya nos sintamos satisfechos. La otra alternativa es subir con los ascensores, uno que lleva hasta la segunda planta y otro que sube hasta la tercera planta, situada a 276 metros.
Espectacular vista de París desde la Torre EiffelEs precisamente desde esta tercera planta donde podremos ver un París distinto, una ciudad rendida a nuestros pies, que se extiende a lo largo de varios kilómetros en todas direcciones.
En la primera y segunda planta nos encontraremos con un restaurante en cada una, en la primera el “Altitude 95″, cuyo nombre proviene de la altura de 95 metros en que se encuentra esa planta. En la segunda planta se encuentra uno de los más prestigiosos restaurantes, no solo de París, si no de toda Francia, el “Jules Vernes” poseedor de una estrella Michelín. Este restaurante dispone de ascensor privado para no tener que hacer cola.
Cuando cae la noche, la Torre Eiffel se transforma, se encienden unos potentísimos focos que traspasan el cielo de París y que pueden llegar a verse desde 80 Km. de distancia, en días claros. Además de la iluminación que, combinado con la pintura, le da ese brillo especial de oro, cada hora, desde que anochece hasta la media noche, se ponen en marcha miles de luces centelleantes durante diez minutos que le confieren un mágico aspecto, superior al que ya tiene de por si.
Desde el inicio de su construcción, la Torre está llena de anécdotas, entre las que destacan:
La torre Eiffel
Iluminación especial con la bandera de la U.E.
Espectacular vista de París desde la Torre Eiffel
Para preparar una buena visita es aconsejable recoger algo de documentación, para ello se pueden visitar los siguientes enlaces:
esta genial estos fondos yo le doy un 10
milagros 22/06/2009 @ 5:45 PM
a k es bonita la torre eiffel
sara 22/06/2009 @ 10:35 PM