Francia es un país digno de visitar, sobre todo si lográis viajes outlet. Un parís en el que se encuentran los departamentos de Creuse, Corrèze y Haute-Vienne, son las que conforman la región de Lemosín o Limusín. La región ha sido una tierra de revueltas populares y campesinas. En el siglo XIV fue el foco de la revuelta campesina de los crocantes, en la primavera de 1789 la agitación popular anticipó la Revolución Francesa y Limoges tuvo su levantamiento comunal en 1871. El sindicato comunista CGT fue fundado en Limoges en 1895, y la Resistencia Francesa fue muy activa en los montes lemosinos durante la Segunda Guerra Mundial.
El territorio está colmado de historias y de lugares que hacen atractivo recorrer sus caminos para disfrutar sus paisajes y cada una de los sitios que los conforman.
En el siglo IX muchas órdenes religiosas se instalaron en la región, donde fundaron importantes abadías. En esa época la región se dividió en numerosos y pequeños señoríos, que erigieron sendos castillos y fortalezas. Los siglos XII y XIII son de máxima prosperidad para el Lemosín, en parte debido a su vocación monacal y a su situación en el Camino de Santiago.
Los paisaje rurales son uno de los aspectos más sobresalientes de esta región. Precisamente este tema es uno de los que más fuerza en el territorio, pues goza de fama por criar uno de los mejores ganados vacunos de Europa, las manadas de ganado de Lemosín, caracterizados por un color rojo castaño distintivo, son comunes en la región. La región es también una importante área de producción de madera. El peso de la agricultura en la economía regional es escaso. El cultivo más extendido es el del centeno.
Caminar por sus campos es un plan de ensoñación que permite un verdadero descanso del cuerpo y del espíritu.