Nada mejor que disfrutar de París desde los patios que tiene sus cafés. Un plan ideal si pasáis unas vacaciones en París y que encierra romanticismo, misticismo y otras características propias de la ciudad luz.
Para los turistas que llegan a la ciudad, las terrazas de los cafés que adornan la Rive droite y la Rive gauche del río Sena, dan a París una cara más acogedora en primavera y verano, como si el tiempo transcurriera con otro sentido en la ciudad.
Encontrarse en un café parisino es un plan agradable para visitante y lugareños. Nada como disfrutar de una bebida caliente o frío, si es el caso, mientras se departe con amigos, conocidos o familiares.
Algunos de los lugares en los que se puede disfrutar de un buen café, están alineados como una cadena. Entre los que se pueden disfrutar está el Café Marly, con una excelente decoración y cuya terraza da a la pirámide del Louvre. En la misma ruta se puede encontrar el Palais Royal, donde un jardín ofrece un espacio tranquilo para disfrutar de la vida parisina de una manera tranquila.
Uno de los cafés más apreciados por los turistas es el Café de la Paix, ubicado en pleno barrio de la Bolsa y las finanzas. Pero también hay lugares como Le Victor Hugo y Jemmapes, espacios donde se olvidan las obligaciones para disfrutar de una actividad más sencilla y que desconecte absolutamente de de la realidad.
Los cafés en París parecen centros literarios donde las pausas están acompañadas de un libro, el diario o simplemente una hoja en blanco donde se busca juntar algunas letras. En la Rive Gauche, cerca de la Universidad de La Sorbona, son ubican algunos donde este aspecto se resalta más. La brasserie Lipp, Saint-Germain-des-Près, Gallimard o Grasset, Le Flore, Aux Deux Magots, son algunos de esos cafés donde no solo la estación es para disfrutar alguna bebida, sino que se extiende a los artístico.