Existe un capítulo muy especial en cualquier Guía de Tokio que se precie, que es el de este fantástico valle.
El valle de Nishizawa Keikoku viene a ser uno de los más grandes y extensos que existen, ya que en sus 1250 kilómetros cuadrados de superficie se pueden disfrutar, ver y admirar a una gran cantidad de colinas, desfiladeros de piedra, montañas cubiertas de árboles así como uno que otro pueblo pequeño que se encuentras distribuidos en las prefecturas de Tokio, Saitama, Nagano y Yamanashi.
Es el valle de Nishizawa Keikoku uno de los más hermosos que existen, lugar que se vuelve de una gran preferencia para aquellos turistas que les encanta la aventura al aire libre, para lo cual solo es necesario colocarse unos tennis y equipar una mochila para poder disfrutar del otro lado de Japón, su naturaleza extrema, alejandose de la alta tecnología que es propia del pais.
La preferencia de los excursionistas se hace evidente al poder ver las diferentes etapas a recorrer, mismas que ofrecen paisajes montañosos, cataratas y diferentes arroyos; de estos, se podría decir que es la catarata Nantsugama-Godan-no-Taki la más atractiva y a la que todo turista desea llegar, pues esta se manifiesta en a manera de cinco saltos, cada uno de ellos muy digno de verlo.
La mejor temporada para visitar el lugar es en otoño o en verano, ya que en estas étapas se conjuga el color muy característico de la vegetación colorida con la afluencia de los caudales de cada río o catarata. Las estaciones de buses no están tan lejanas, así que tanto la llegada como la partida son siempre seguras.
