Una vez que hayamos llegado con en nuestro viaje de turismo y vacaciones, casi de manera obligatoria tendremos que ingresar por Tokio, algo que nos representará tener que disfrutar de cada uno de sus atractivos, ello hasta que dirijamos nuestra mirada y visita hacia cualquier otro lugar del país. El Templo de Sanjusangendo es considerado como uno de los monumentos más importantes para visitar en Japón, siendo esta una de las tantas alternativas para acoger en nuestro viaje.
Luego de Tokio podríamos ir hacia la ciudad de Kyoto, misma que en un momento determinado habría sido la capital de todo Japón; en esta hermosa ciudad tendremos la posibilidad de conocer a uno de los templos más grandiosos que ha existido en su historia, siendo este el Templo de Sanjusangendo, mismo que bajo diferente tipo de producciones querría decir: Salón con 33 Espacios entre Columnas. Para que puedas ir a visitar este maravilloso templo, casi de manera obligatoria deberías estar pensando en encontrar un alojamiento en Kyoto para que la visita del recorrido hacia dicho lugar, no sea un gran esfuerzo para realizar.
Es recomendable que vayas muy temprano en la mañana a este Templo de Sanjusangendo si es que te has alojado en Tokio, debiendo tomar un tren para ello. Pero si estas alojado en Kyoto podrás tomar únicamente el bus, aunque hay quien recomienda una pequeña caminata de unos 15 o 20 minutos hacia el lugar. La entrada al templo cuesta 600 yenes, lo que representa aproximadamente unos cinco euros. Una vez allí podemos notar que este es un conjunto compuesto por varios edificios, habiendo uno de gran tamaño en la mitad de todos.
Este Templo de Sanjusangendo habría sido fundado para el año de 1164, ello bajo las órdenes del emperador Goshirakawa, aunque por determinadas remodelaciones, la actual estructura pertenecería al año de 1266. Un recorrido por sus estancias nos mostrará a diferentes estatuas pertenecientes a su dios Kannon, las cuales se dice habría sido esculpidas por Tankei entre el siglo XII y el siglo XIII. Son aproximadamente 1001 estatuas, todas ellas fabricadas en madera de ciprés y recubiertas por oro, teniendo 40 brazos cada una. En la mitad de todas ellas se encuentra una de mayor tamaño, teniendo se expide alto, con sus rostros y 1000 brazos, siendo esta considerada como uno de los mayores Tesoros Nacionales en Japón.