El Barrio de Lavapiés es muy popular y conocido del centro de Madrid precisamente en el barrio de Embajadores, es tan común que de ahí devino su denominación de Barrio de Lavapiés o Embajadores-Lavapies. También encontramos una plaza del mismo nombre y hasta una estación de metro.
En un principio el barrio fue poblado mayormente por judios. Su principal templo la Iglesia de San Lorenzo se edificó donde existía una sinagoga que se comunicaba con la plaza de Lavapiés por la entonces calle de la Sinagoga.
Fue en el año 1391 que se construyó una muralla que cerraba las puertas al anochecer era más una protección a sus habitantes que pensar en aislarlos ya que existía una buena relación con el concejo del lugar sin problemas.
Sin embargo, ese mismo año se presentó un rechazo a los judíos ocurriendo una matanza de grandes dimensiones siendo expulsados el año 1492. Sólo quedaron los judíos médicos para la atención de sus coterráneos.
El origen de su nombre parece ser porque había una plaza donde se seguía el rito del lavado de los pies antes de ingresar al templo, se sabe que existía una fuente hasta finales del siglo XIX.
Para el año 1980 el Barrio de Lavapiés era habitado casi en su mayoría por gente mayor en casas antiguas y pequeñas para luego en los años 90 tener un resurgimiento con jóvenes de pocos recursos que encontraron la oportunidad de encontrarse céntricos y cómodos en este barrio. Y es a la fecha crisol de razas y culturas también provenientes de inmigrantes.
Hoy en día es una de las zonas con más atractivo turístico cultural de Madrid, sobre todo para los que tienen menos presupuesto, ya que la zona está plagada de restaurantes y hoteles baratos, hostales y pensiones, sin perder la cercanía con los máximos puntos de atractivo del centro de la ciudad. No en vano, está muy cerca andando de la Plaza Mayor y la Puerta del Sol, el Congreso de los Diputados o la zona de los museos.