Ubicado en el centro de Madrid, el Café Comercial es uno de los más antiguos de la capital. Fue fundado el 21 de marzo de 1887 y tomado como lugar de tertulias literarias en el periodo de posguerra. Dos de sus aspectos más sobresalientes es que fue uno de los primeros en emplear camareras y es uno de los cafés de la Edad de Oro de Madrid y uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan a la capital de España gracias a los vuelos a Madrid que salen desde muchas ciudades.
El Comercial posee dos entradas, una de ellas con puerta giratoria. Las reuniones de la época dieron nombre al café ya que resonaban los ecos del desastre colonial así como de las renovadas ilusiones que no llegó a traer el regeneracionismo de 1898.
En este lugar son famosos el chocolate con churros y los picatostes. Con sus características vidrieras tiene su entrada en la Glorieta de Bilbao, posee dos plantas, en la superior se puede jugar al ajedrez a cualquier hora sin más que pedir un tablero y unas piezas al camarero pues allí tiene también su sede el Club de Ajedrez Café Comercial, una barra y un espacio acondicionado con diversas mesas. El aspecto que posee en la actualidad el Café refleja la gran reforma abordada por sus dueños en el año 1953.
El café servido era espléndido según los cronistas de la época, de tal suerte que Marcial Guareño compone un chotis que reza:
“Quiere usted tomar/un café rico,/acuda al Comercial/que es exquisito”.
El local pasó a la familia Contreras en 1909 y recobró mucha fama. Don Antonio Contreras era oriundo de La Habana e Isabel Bueno. Se cuenta que durante la guerra civil española el local fue incautado por los propios empleados.