Malasaña, nombre coloquial con el que se conoce el barrio Maravillas, es una zona conocida por su ambiente alternativo y su vida nocturna, que hace que se compare a este barrio con el Camden Town de Londres, el East Village de Nueva York o Kreuzberg en Berlín.
Es denominado como el centro de la Movida Madrileña de los años 70 y años 80 considerándose lugares de culto bares como La Vía Láctea y El Penta, existentes en la actualidad.
Por las noches, las calles de Malasaña se llenan de gente en los parques practicando el llamado botellón, o en los numerosos bares y pub existentes en la zona. Algunas de estas actividades han suscitado críticas por parte de los vecinos del barrio, que se quejan del ruido y la suciedad que originan los visitantes.
El ambiente del barrio está abierto para disfrutar de los pequeños locales, más adecuados para escuchar los estilos de música rock y punk que predominan en Malasaña.
El barrio Maravillas, debe su nombre a la Iglesia de Nuestra Señora de Las Maravillas, pero el sobrenombre le llega a raíz de la calle de la joven costurera Manuela Malasaña, asesinada por las tropas napoleónicas durante las jornadas de represión posterior al Levantamiento del 2 de mayo de 1808, bajo la acusación de “portar armas” en referencia a las tijeras propias de su profesión que llevaba consigo cuando fue arrestada.
En el centro del barrio se sitúa la Plaza del Dos de Mayo, ubicada en el antiguo emplazamiento del Parque de Artillería de Monteleón, lugar donde se produjo la resistencia de los únicos militares que se levantaron en armas dirigidos por Luis Daoíz y Pedro Velarde. En la actualidad se conserva el arco del antiguo cuartel, además de un monumento en honor de estos capitanes creado por Antonio Solá.
Otros lugares del recuerdo del barrio son La Gata Flora, Mastropiero, el bar de Felipe, el Mesón Andino, el Café Pepe Botella, la churrería de la calle San Andrés, la Flor del Olivo y la Farmacia del sello Juanse.