Es posible que oígas hablar de Marruecos y digas, ah, si, Marrakech y los desiertos. Y vale, es cierto que de Marruecos no hay mucho turísticamente hablando, pero la verdad es que sí lo hay, sólo que hay que buscar un poco para encontrar esas pequeñas cosas que nos pueden llamar la atención y nos pueden hacer más divertida la estancia.
Como hemos dicho, el desierto es algo que vamos a ver muy a menudo y por eso, y para meterte de lleno, te recomendamos que visites las dunas de Erg Chebbi que son unas formaciones arenosas que se encuentran a unos 25 kilómetros de la frontera con Argelia. El término Erg significa duna por lo que sería su traducción Dunas de dunas Chebbi.
Pero como no queremos hablarte sólo de la gramática, mejor te intentamos definir las dunas porque dicen que es el mejor lugar para relajarte, para purificar el espíritu y, según dicen, para curar el reumatismo o la sinusitis con los baños de arena y otras actividades relacionadas con la arena.
Aquí sí que puedes disfrutar de un viaje en camello para visitarlas (ojo, después estarás mareada cuando bajes del camello) y apreciar las tonalidades naranjas que suele tener la arena y que deja a cualquiera con ganas de más.