Uno de los lugares que puedes visitar en Tánger, en Moroco, es un lugar donde al parecer tiene algo de legendario, por el nombre que tiene. Se trata de la Gruta de Hércules, unas cuevas que se formaron por la erosión del mar sobre las piedras aunque, en realidad, la leyenda cuenta que las cuevas fueron la casa de Hércules cuando separó Europa de África.
Supongo que la verdad nunca la sabremos pero es divertido y mágico visitar un lugar bajo el cual hay una leyenda porque se suele ver con otros ojos. La formación que tiene la roca, paradógicamente tiene la forma de Africa pero el problema es que no está muy bien iluminado aunque acabas acostumbrándote (y siempre podrías llevar una pequeña linterna que no creo que les importe a los que allí estén tener algo más de luz).
La entrada cuesta sólo 10 céntimos de euro y los alrededores están llenos de puestos de souvenirs para turistas. Además, podrás hacer fotos, pasear en camello, y demás cosas típicas en Marruecos. En este lugar, con propinas, puedes conseguir muchas cosas. Por ejemplo, tener un poco de leche de camella; ¿la has probado? Dicen que es muy sabrosa (aunque tienes que hervirla antes de tomártela) así que si hay camellos a lo mejor tienes suerte y alguno está preñada).