El santuario portugués, Bom Jesus do Monte, está situado en los alrededores de Braga, su nombre significa ‘Buen Jesús del Monte’. La visita a Braga es una buena opción si estáis pasando unas vacaciones en Lisboa.
Este es un destino propio para los creyentes. Es un lugar de peregrinaje en el que los fieles pueden encontrar diversas características mientras se asciende hasta el santuario, entre ellas unas escaleras monumentales barrocas, que salvan un desnivel de 116 metros.
El primer indicio de la existencia de una capilla sobre la colina data de 1373. La capilla, dedicada a la Santa Cruz, fue reconstruida en los siglos XV y XVI. En 1629 se construyó una iglesia de peregrinaje dedicada al Bom Jesus (Buen Jesús), con seis capillas dedicadas a la Pasión de Cristo.
El Santuario actual se empezó a construir en 1722, bajo el patrocinio del Arzobispo de Braga, Rodrigo de Moura Telles. Se puede ver su escudo de armas en la puerta, al principio de la escalera. Bajo su dirección se completó la primera fila de escaleras, con capillas dedicadas al Via Crucis. Cada capilla está decorada con esculturas de terracota que describen la Pasión de Cristo. También patrocinó el siguiente segmento de escaleras, que tiene una forma zigzagueante y está dedicado a los Cinco Sentidos. Cada sentido (vista, oído, olfato, gusto y tacto) está representado por una fuente diferente. Al final de esta escalera, se construyó, alrededor de 1725, una iglesia barroca, a cargo del arquitecto Manuel Pinto Vilalobos.
En el siglo XIX, la zona alrededor de la iglesia y la escalera se expropió para convertirla en un parque. En 1882, para facilitar el acceso al Santuario, se construyó el Elevador do Bom Jesus, que unía la ciudad de Braga con la colina. Fue el primero de su clase que se construyó en la Península Ibérica y aún sigue en uso.
