Situada al norte de Portugal, Braga es una ciudad histórica donde gran parte de este país está consignada y es una de las opciones para aquellos que disfrutar de unos días en tierras lusas y especialmente para los que disfrutan de vacaciones Lisboa.
La ciudad se encuentra atravesada por los ríos Este y Cávado. Limita al norte con el municipio de Amares, al este con Póvoa de Lanhoso, al sur con Guimarães y con Vila Nova de Famalicão, y al oeste por Barcelos y Vila Verde.
Si bien hay vestigios de asentamientos celtas en el lugar hoy ocupado por Braga, la población alcanza verdadera importancia es a partir del siglo II a. C., con la ocupación romana.
La caída del Imperio romano dio lugar a la conquista de la Gallaecia por los suevos, que mantendrían la capital en la ciudad hasta la derrota de éstos por los visigodos en el año 585. Permanecería en dominio visigodo hasta la invasión musulmana de Hispania, si bien sería reconquistada a los pocos años por Alfonso I de Asturias.
Tras la independencia de Portugal, obtenida por Alfonso Enriques en 1139, Braga pasa a formar parte del nuevo Reino, al que pertenecería hasta la actualidad.
Es una de las ciudades económicamente más dinámicas y más populosas de Portugal. Se destaca por el turismo que genera su casco histórico, pues es uno de los más llamativos de Europa y donde se encierra gran parte de este país, además de que ofrece detalles de algunos imperios. Braga cuenta con dos universidades, la Universidade Católica Portuguesa y la Universidade do Minho y con una decena de museos, lo que también la lleva a ser considerada uno de los centros culturales más importantes de todo Portugal.
