Aunque no lo parezca, pero éste lugar tiene una edad de 200 años de antiguedad, lo cual da pie a sabe que tiene muchas historias que contar en cada uno de sus rincones. Es así que una de la cosas principales que hay que conocer es que el Café Nicola funcionó durante todo un siglo como una librería, algo que fortaleció toda su estancia para sus habitantes.
Es así que por haber estado tanto tiempo con un fin determinado en Lisboa, éste local viene a ser casi un sitio obligado de visita para un turista y en especial, para todo aquel amante de la cultura de un pais. Con éste motivo el lugar se convirtió en el favorito de gente muy intelectual que deseaba departir uno u otro tema de interés que aporte a su conocimiento.
A pesar de su nombre, el Café Nicola no solo funciona como una cafetería, sino que además es un restaurante de mucho estilo, siendo de mucha acogida debido a buen acceso económico que ofrece en comparación con otros locales similares. El diseño del local seguramente fué dedicado por su fundador, mismo que al ser italiano decidió ponerle éste nombre muy sugestivo.
En el Café Nicola se puede encontrar algunas decoraciones de interés, tal es el caso de la estatua del poeta Bocage, mismo que era un visitante muy frecuente de éste lugar. Algo que muchos vivistantes ven con agrado, es el poder llevar un poco de éste café en grano a su pais de residencia, mismo que inclusive puede ser adquirido en algunos de los centros comerciales del lugar.