La cuenca del río Sado tiene una superficie de 7.640 kilómetros cuadrados. El estuario ocupa un área de aproximadamente 160 kilómetros cuadrados, con una profundidad media de ocho metros y un
máximo de 50 metros. El flujo está principalmente determinado por la
marea.
Una visita al río Sado permitirá entrar en una conexión especial con la naturaleza, gracias a la tranquilidad que ofrece este afluente.
El río Sado, antiguamente era llamado también Sádão. Este importante río de Portugal, nace en la Sierra de Caldeirão, a 230 metros de altitud, y recorre 180 kilómetros antes de desembocar, mediante un amplio estuario, el estuario del Sado, en el océano Atlántico, junto a la ciudad de Setúbal.
En su discurrir pasa por Alvalade y por Alcácer do Sal. Es uno de los pocos ríos de la península Ibérica que corre en dirección sur-norte, tal como el río Mira (Odemira, Alentejo).
El río Sado no tiene un gran caudal debido a varios factores, sobre todo dos: el clima más árido del Alentejo, donde tiene sus fuentes; y el pequeño desnivel entre las nacientes y la boca.
Para los amantes de las especies de fuana y flora, en este río se puede encontrar una célebre población de delfines en el estuario del Sado. El delfín nariz de botella, que ha resistido a la invasión de su hábitat por el hombre, tráficos marítimos desde los astilleros de Mitrena al puerto de Setúbal, pesca y navegación de recreo, así como el ferry de conexión entre ambas orillas del estuario, es un espectáculo único, lograr su avistamiento. Se tiene registro de 31 ejemplares que habitan en el estuario.
La cuenca del río Sado tiene una superficie de 7.640 kilómetros cuadrados. El estuario ocupa un área de aproximadamente 160 kilómetros cuadrados, con una profundidad media de ocho metros y un máximo de 50 metros. El flujo está principalmente determinado por la marea.