La Isla de la Cartuja se encuentra en el río Guadalquivir a su paso por Sevilla y el hecho de ser una isla es porqué por su lado oeste discurre el curso del río y por su lado este la Dársena del Guadalquivir.
Con motivo de la Exposición Universal de Sevilla que se celebró en 1992, toda su superficie de 300 hectáreas, se convirtió en el recinto de la misma, dándole nuevas utilidades e instalaciones, como es el caso del Monasterio de Santa María de las Cuevas, más conocido como el Monasterio de la Cartuja.
El Monasterio de la Cartuja
El origen del lugar se remonta a la época de los almohades, en tiempos de la Sevilla musulmana, que en el siglo XII instalaron hornos alfareros de cocción aprovechando su situación junto al río y dada la existente abundancia de arcillas la cual extraían labrando cuevas.
El Monasterio de la Cartuja
En 1248, cuando Sevilla fue incorporada a la corona de Castilla, cuenta la leyenda, que se encontró en las cuevas la imagen de una virgen, quizás escondida allí durante la invasión árabe, lo que propició la construcción de una ermita para venerarla. Ésta sería conocida como Ermita de la Virgen de las Cuevas, bajo la dirección de los monjes franciscanos.
El Monasterio de la Cartuja, vista nocturna
Con el aumento de la devoción, en 1400, el entonces Arzobispo de Sevilla, don Gonzalo de Mena, ordenó convertir la ermita en un monasterio. El arzobispo era miembro de una familia importante y su escudo nobiliario fue incorporado a la fachada y otros lugares del mismo.
Al año siguiente el arzobispo fallecía por una epidemia y la continuación de las obras fue suspendida, pues los fondos que el hombre había donado para ello, fueron utilizados por el regente don Fernando de Antequera (durante la infancia de Juan II) para sufragar sus campañas militares.
No sería hasta años más tarde que otro aristóctrata sevillano, Adelantado Mayor don Perafán de Ribera (Casa de Pilatos), se haría cargo de la continuidad a cambio de sustituir el escudo del arzobispo por el suyo y tuviese derecho a ser enterrado en el edificio.
El Monasterio de la Cartuja, vista nocturna
A finales del siglo XV sería cuando se incorporarían los miembros de la orden de la Cartuja al monasterio.
En 1775, a consecuencia del terremoto de Lisboa, el edificio se vio seriamente afectado.
La loza del Monasterio de la Cartuja se ha hecho famosa en todo el mundo
La loza del Monasterio de la Cartuja se ha hecho famosa en todo el mundo
Hasta principios del siglo siguiente era un monasterio donde se practicaba la oración, el ayuno y el silencio, destacando su gran decoración aportada por diversos benefactores a lo largo de su historia, pero las tropas de Napoleón, en 1810, lo saquearon, expulsando a los monjes y convirtiéndolo como cuartel general. Su iglesia fue utilizada como cuadras.
Los monjes se habían refugiado en Portugal regresando en 1812, una vez finalizado el período de guerras, cuando era regente María Cristina de Borbón (madre de la reina Isabel).
En 1835 se produjo la Desamortización de Mendizábal, que terminaría expulsando definitivamente los monjes del monasterio.
Unos años después Carlos Pickman, un rico comerciante inglés instalado en Sevilla alquiló el maltrecho edificio para establecer su negocio, adquiriéndolo definitivamente en 1840.
A partir del año siguiente empezó a transformarlo en lo que le dió más fama posteriormente al lugar, una fábrica de loza y porcelana china decorada a la manera inglesa.
Al principio el hombre procuraba conservar la estructura original, pero el rápido crecimiento de los pedidos propició que, en poco tiempo, se viese en la necesidad de utilizar todos los espacios y efectuar algunas modificaciones.
Entre estas modificaciones destaca la construcción de los diez hornos de botella que dan originalidad al conjunto monumental y de los cuales sólo quedan en pie cinco y unas cuantas chimeneas.
Los hornos de la fábrica de loza, que caracterizan el conjunto
Los hornos de la fábrica de loza, que caracterizan el conjunto
En 1964 el edificio fue declarado Monumento Histórico, aunque la fábrica continuó funcionando hasta que en 1982 sería definitivamente desalojada del lugar, por expropiación del Ministerio de Obras Públicas, quién lo cedió a la Junta de Andalucía.
A partir de 1986 el gobierno andaluz se propuso la restauración del edificio y su conjunto para uso y disfrute de los ciudadanos, mostrando el esplendor que tuvo de su pasado monástico, militar y fabril.
Para poder hacer efectiva sus pretensiones se creó en 1989 el Conjunto Monumental de la Cartuja de Sevilla, cuya misión era proteger el monumento, convirtiéndolo en centro de investigación y difusión cultural al tiempo que lo acondicionó con instalaciones expositivas para que formara parte de la Exposición Universal de 1992, de esta manera comenzó una nueva fase histórica para el monumento.
A partir de 1997 inició su actividad como museo al convertirse en sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
Una de las tradiciones cuenta que Hernando Colón, hijo del almirante que navegó hasta América, plantó un ombú, árbol que todavía puede ser visitado en el conjunto.
El ombú que, según la leyenda, plantó Hernando Colón
El ombú que, según la leyenda, plantó Hernando Colón
[…] en gran manera a la colección vigente del museo. El hecho de que el museo se encuentre en el Monaterio de Cartuja, es algo que también ha llamado a la presencia de muchos visitantes, quienes desean conocer un […]
Centro Andaluz de Arte Contemporáneo | Lo que hay que ver en Sevilla 20/09/2009 @ 2:35 AM